Doce de la mañana del lunes. 9 de julio.
Me encuentro en la calle Velázquez número 150 (Madrid). El edificio que tengo enfrente es la Embajada de Israel y justo ahí me espera una reunión con varios diplomáticos . Me imaginaba algo tranquilo pero el encuentro me dio varias sorpresas que ahora os voy a contar.
Embajada de Israel en España. |
Al salir del ascensor y pasar por el control de seguridad de la puerta me encuentro con varias personas esperando por mi. El portavoz, el jefe de prensa, la consejera comercial y más diplomáticos están preparados para reunirse conmigo y tomar un café en el despacho del portavoz. Minutos antes de entrar pregunto en mi Twitter ¿Qué le preguntarías al portavoz de Israel en España?
Lo gracioso es que a mi llegada ellos son los que preguntan con curiosidad. El primero fue Lior, el portavoz, que con una sonrisa me dice ¿qué tal fue la experiencia Mateo? Y yo le digo: "ni te imaginas cuántas oportunidades he tenido en Israel. Ha sido increíble".
Hace un año estábamos en la misma situación, en el mismo escenario. Por aquella época yo era un inexperto en Oriente Medio y en Israel.
La sorpresa es que ahora, la agregada comercial de Israel, Yifat Alon, me felicita por el trabajo hecho en el blog y en mis artículos en Expansión y El Mundo. Entre sonrisas asegura que ya le habían avisado que iba a reunirse con un 'niño' de 23 años. Para ella, los artículos publicados parecen de alguien mucho más mayor y no se imaginaba un periodista tan joven.
En la Embajada saben bien cómo ha ido mi año pues conocen a fondo este blog. No es la primera vez que Nancy Lumbroso, de la agregaduría comercial, me comenta cuánto le ha gustado alguna entrada de Israel según Mateo Rouco.
Miro el reloj y veo que ya son cerca de las 12:30 mientras nosotros conversamos sobre la educación en Israel, la forma de hacer negocios y otro tipo de temas, hasta que aparece otra sorpresa.
Alon Bar, embajador de Israel en España, entra en el despacho.Con total normalidad me saluda y aprovecha para darme una felicitación. Asegura que conmigo ha descubierto partes de la economía israelí que desconocía hasta el momento. En un ambiente de total normalidad conversamos sobre mi año en Israel, sobre algunas de mis experiencias y sobre el nivel de español del embajador, muy bueno, por cierto. Él me comenta que lleva once meses en Madrid y yo digo "pues como yo en Israel".
Tras este breve encuentro la visita me ha dejado con muy buen sabor de boca. Hemos hablado de todo, he sido muy bien recibido y me han dado gratas sorpresas. En estos momentos es cuando me doy cuenta de lo grande que ha sido esta experiencia y sueño con lo que aún queda por delante. Pues ahí está Tel Aviv, esperando a mi vuelta en Agosto....
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