Ayer, sobre las 22:30 de la noche llegaba a mi apartamento de Beersheba con ganas de descansar, cenar e irme a dormir. La sorpresa llegó al introducir la llave en la puerta de mi casa, girarla y ver que estaba bloqueada. ¿Pero qué pasa aquí?, me pregunto.
Al instante la cabeza de una chica asoma por la puerta, abren la puerta de MI CASA, y dos chicas sonríen al tiempo que me saludan. Mi nivel de cabreo es máximo. Este par de chicas israelíes se han metido en mi casa, han movido todos los muebles de sitio, cambiado la organización de la habitación y limpiado algunas partes porque , como ellas dicen, "queremos limpiar antes de Shabath y antes de mudarnos al piso".
Pues bien, resulta que se mudan, al igual que yo. Yo me voy a Tel Aviv y ellas han alquilado el apartamento donde yo he vivido hasta ahora. Por supuesto se mudan el día uno de septiembre. Pero aquí las normas funcionan diferente. Ellas querían limpiar antes de mudarse así que decidieron entrar en la casa con las llaves que les dio el casero y hacer lo que buenamente han querido aún sabiendo que yo estoy viviendo ahí.
Siguiendo la escena les digo que eso no se puede hacer y que se vayan. Replican y me dicen que quieren volver al día siguiente (hoy) para traer más cosas y seguir organizando y limpiando porque luego se van a Italia de vacaciones. Les digo que ésa es mi casa, al menos hasta terminar el mes, pero les da bastante igual.
Por momentos echan alguna sonrisa viendo al europeo enfadado por algo que para ellas es sencillamente normal. Al iguar que empujar cada vez que cogen un bus o saltarse la cola en el supermercado, panadería o cualquier tipo de tienda.
Pues bueno, al menos esta experiencia me ha dado oportunidad de escribir un nuevo y gran episodio de la mala educación israelí. Y que nadie se sienta ofendido porque hasta muchos israelíes reconocen que esta Chutzpa es algo propio del país y algo a cambiar pronto.
*La Chutzpah es una palabra extraña elaborada con el objetivo de definir un tipo de comportamiento que desgraciadamente en Israel es común y resulta para buena parte de los extranjeros un tanto molesto: la mala educación.
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¡Vaya tela! Y tú que eres "demasiado" bueno, Mateo!
ResponderEliminarY que te dijo el casero?
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