domingo, 15 de abril de 2012

Israel en autostop, oh yeah!


¡Que sí que sí, que sí! Es posible recorrerse un país en autostop. Y también es posible hacerlo en Israel.

La gente pensará que es peligroso y yo les diré que en absoluto. Hace pocos días he iniciado una nueva aventura por Tierra Santa con mi mejor amigo y compañero de viaje Théo Flechais, un estudiante erasmus francés.

Queríamos hacer un viaje por Israel, gastar poco dinero, conocer gente en el camino e ir de norte a sur del país combinando transporte público y autostop y puedo decir que : ¡ lo hemos conseguido!

El viaje ha durado aproximadamente siete días. Comenzamos en la ciudad de Tel Aviv. Una noche de paseo, entretenimiento nocturno y alojamiento bajo las estrellas, en la playa. (Vamos que dormimos en la calle). En esta ocasión mi compañera de piso, Sofía, nos acompañaba en el inicio de la aventura.

La nochecita en la playa nos costó un robo inesperado. Alguien durante la noche se acercó a nuestras mochilas y nos robó. Mi amigo quedó sin móvil y yo me quede con unos cuantos euros menos en mi cartera. Cosas de la aventura, ya se sabe...

Al día siguiente nos fuimos a un kibbutz en el norte llamado Yagur. Los kibbutz son pequeñas comunas agrícolas israelís en las que la gente suele ser maja pero algo cerrada y que tuvieron una gran importancia a nivrl económivo en los comienzos del estado de Israel. Nos fuimos con un americano llamado Brian que vivió unos meses en ese kibbutz a su llegada a la tierra prometida.

Él estaba totalmente nervioso de tenernos ahí. ¿Saldría algo mal, meterán la pata este francés y este español?, se preguntaría el pobre. Acertaba porque en realidad hicimos alguna travesura. Un día teníamos hambre y queríamos cocinar en el apartamento que uno de sus amigos nos había prestado. No prestamos atención y ni nos dimos cuenta de que no existía cocina. Compramos carne, arroz, y demás alimentos para cocinar. Llegamos durante la noche y ¡sorpresa! no hay horno, no hay cocina, no hay nada.

¿Y ahora qué hacemos con la comida? me pregunta Théo. Y le digo "tenemos que encontrar un sitio donde cocinar pronto, me muero de hambre". La solución fue montar una hoguera en las inmediaciones del kibbutz. Recogimos unos cuantos palos, agrupamos un par de piedras, encendimos el mechero y voilá ya teníamos como cocinar. Una solución un tanto salvaje, lo sé pero qué le vamos a hacer, uno es así.


Camino del mar de Galilea


Tras unos días de relax queríamos irnos al mar de Galilea y nos lanzamos a la carretera. Ese día pasamos por los asientos de más de diez coches y estuvimos en la carretera más de 4 horas saltando de coche en coche y de persona en persona.

Las conversaciones suelen ser aburridas al comienzo pero siempre te encuentras alguien con alguna opinión delicada. Un señor nos transportó durante un buen rato y la conversación fue apasionante.

"¿Sabes qué? A mi me dan igual los judíos y los árabes -él es judío-. Si por mi fuera pondría una bomba en Jerusalén y se acabó el problema" nos explica a los pocos minutos de recogernos.

El hombre sabe que tiene un par de extranjeros en el coche y comienza su juego. "A mi no me gustan nada los franceses" le dice a mi amigo Théo. La cara del francés era un poema, se estaba enfadando pero lograba mantener la compostura. "Tranquilo hombre, ahora tienes que aguantarme porque te estoy llevando y no te vas a quejar pero ya luego podrás criticarme" apunta este israelí. El hombre disfrutaba con el juego, yo me reía en el asiento de atrás, mi amigo intentaba alcanzar la calma y el señor seguía jugando "estuve en el ejército pero si te digo qué hacía tendría que matarte".

Así estuvimos un buen rato hasta saltar al siguiente coche que resultó ser un joven israelí, amigo de la vecina de mi amigo fracnés. "Este país es muy pequeño, aquí nos conocemos todos" nos explica el nuevo conductor ante la sorpresa de encontrarnos haciendo autostop tan lejos del sur (Ya estábamos cerca de la frontera con Líbano) Este chaval nos explica que "os he cogido porque sabía que sois extranjeros".

Tras saltos entre el coche de un ruso judío que emigró a Israel hace años porque "aquí se vive mejor que en Rusia" pasamos al coche de una madre con su niña pequeña. Con ella viajamos poco tiempo pero descubrimos a la conductora que mejor hablaba inglés de todos. Hay que tener en cuenta que no todo el mundo habla inglés y en algún momento tuvimos que demostrar nuestras habilidades en hebreo, que por cierto son escasas. Al final del día llegamos aquí.

Mar de Galilea

Qué decir, tras viajar en coche todo el día vale la pena tener este regalo: la belleza. Con ella estuvimos dos días y nos fuimos a nuestro siguiente destino. Lo mismo, de un coche a otro hasta llegar a una ciudad preciosa: Akko.

Una ventana de lujo hacia el mediterráneo. Una ciudad amurallada. Una reliquia con una amplia población árabe. Un lugar donde nos encontramos de nuevo con el conflicto. Con palestinos hablando de política cerca de esta maravillosa mezquita.

Mezquita Jezzar Pasha

Aquí me encontré con un grupo de españoles cumpliendo el estereotipo. Hablan alto, no tienen ni idea de inglés, se saltan las normas del templo al entrar sin sacarse los zapatos en la mezquita y disparan fotos mientras la gente reza, sin tacto. Cosas del turismo...y de los españoles. Asi somos!

Interior de la mezquita
Y aquí termina nuestra historia. Tras varios días de viaje. Tras subir por las piedras de esta muralla y ver cómo los habitantes de esta ciudad saltan desde varios metros de altura para sumergirse en el mar mediterráneo, recogemos nuestra mochilas y vuelvo a casa pensando:

Me encanta viajar!"


Vista al mar desde la muralla









5 comentarios:

  1. Muy buena historia, como siempre sorprendente y entretenida!

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    1. Me alegro Belén! si te sorprende leerla imagínate poder vivirla. Apasionante!

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  2. Mateo me encanta tu blog...esta entrada me ha llamado muchísimo la atención. Soy un malagueño que pronto comenzará a estudiar la carrera de periodismo, desde siempre he querido irme de erasmus a algún país europeo, pero desde que leo tu blog, no puedo parar de pensar en irme a Israel, el conflicto árabe-israelí no me preocupa, el idioma sí. ¿Es difícil acostumbrarse a un lugar como aquel? ¿Se puede aprender hebreo en un año? Muchas gracias por transportarme a ese maravilloso país cada vez que te leo. ¡Enhorabuena!! :)

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    1. Hola Malagueño! me ha encantado tu comentario. Que sepas que tenerte entre mis lectores ya me ha dado una alegría porque lo que dices motiva de solo leerlo. Te animo a estudiar periodismo si quieres y si estás preparado para buscarte la vida para tener un salario. De irte a Israel te animo igualmente! Aquí hay miles de cosas por aprender.

      Mándame un mail cuando quieras o cuando necesites ayuda! Un abrazo y nos vemos por aquí!

      Cuidate ;)

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  3. hola amigo, estoy ahora en tel aviv, quiero ir hacia eilat para poder luego ir a conocer petra, en jordania, me podrías contar como y donde para autostop ,los clásicos tips para ello! gracias buena vida!

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